¿Alguna vez te has preguntado por qué aprender un idioma es como tratar de enseñar a bailar a un pulpo?
Bueno, resulta que la culpa la tiene tu cerebro (sí, ese mismo que olvida dónde dejaste las llaves pero recuerda la letra de una canción de hace diez años).
En tu cabeza pasan dos cosas muy curiosas: la plasticidad y la estabilidad. La plasticidad es como el modo "esponja", que te permite absorber nueva información y crear conexiones frescas entre las neuronas. La estabilidad, en cambio, es como el guardia de seguridad que dice: "¡Alto ahí! Ya tenemos suficiente información, no necesitamos más". Y adivina cuál manda cuando te haces adulto... Exacto, el guardia.
Por eso, aprender inglés (o cualquier idioma nuevo) se siente como convencer a tu cerebro de hacer ejercicio cuando solo quiere estar en modo perezoso. De hecho, los científicos dicen que si no aprendes un idioma antes de los 10 años, te tocará convivir con un acento adorable y el proceso será un poco más cuesta arriba. Pero, ¡tranqui! Eso no significa que no puedas dominarlo, solo que requerirá un poquito más de paciencia (y café, mucho café).
Ahora bien, te voy a contar cómo logre aprender inglés, pero para no hacerlo aburrido, lo vamos a dividir en las habilidades básicas del idioma. ¡Prepárate para la aventura lingüística más divertida de tu vida! La próxima semana te sigo contando.......
Why SPEAK-IT?
Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones
Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor revise los detalles en la política de privacidad y acepte el servicio para ver las traducciones.